Si es bien activo, si es cariñoso, si se lleva bien con otros animales, o bota mucho pelaje, entre otros rasgos que están relacionados a la raza de la mascota.

Identifica espacios para dormir, comer, moverse y salir al exterior.

Establece en tu calendario el tiempo que le dedicarás a tu mascota. Debe ser dos veces al día por la mañana y por las noches.

Piensa qué harías con la mascota si te mudas, tienes hijos, viajas o tu rutina de trabajo cambia.

Separa un presupuesto para los cuidados básicos de tu mascota, tales como, comida, juguetes, cama, y visitas al veterinario.

Cuando adoptas no solo salvas una vida sino dos, porque le regalas un espacio dentro del albergue a un perro o gato que aún está en la calle. 

Las mascotas son beneficiosas para tu salud, porque cuando los sacas a pasear, te ejercitas y ambos pueden socializar.

El estar más activo, te ayudará a bajar la presión del corazón y los niveles de colesterol y triglicéridos.

Y, al darte compañía, te ayudarán a manejar la soledad, el estrés y la depresión.